Apuesta 'El Sol' a su voz (Monterrey)
Apuesta 'El Sol' a su voz
En sus shows, la única explosión es la de su poderosa voz
Por Carlos A. Martínez
Monterrey, México (26 marzo 2011).- ¿Te imaginas un concierto de Luis Miguel con explosiones, pirotecnia, una lluvia de miles de papelitos multicolores, sofisticados escenarios giratorios u otros vistosos mecanismos?
Seguramente no.
Es difícil ubicarlo en medio de un escenario así porque en los últimos años la estrella de la piel hiperbronceada y la enorme sonrisa ha acostumbrado a sus fans a simplemente verlo cantar, así de sencillo.
En sus shows, la única explosión es la de su poderosa voz, el estruendo lo ponen los gritos de las fans, y el colorido lo agregan los piropos de todo tipo que ellas le lanzan desde prácticamente cualquier butaca del Auditorio Banamex.
Sí, Luis Miguel ya no quiere deslumbrar como lo hizo en los 90 con súper producciones. Él sólo quiere cantar y, al parecer, su fórmula le sigue funcionando.
Es Luis Miguel, sin adornos
Un show de Luis Miguel inicia literalmente cuando él aparece y abre la boca.
Sin una gran producción que lo respalde en escena, a veces recurriendo sólo a enormes floreros colocados a los laterales o usualmente a pantallas en las que él se refleja, el cantante apuesta en sus shows a lo que es su básica razón de ser en el medio artístico: su voz.
Como se vio en el primero de sus cuatro conciertos en Monterrey, dentro de su Tour 2011, también llamado Labios de Miel, el cantante de casi 41 años es austero en la producción, pero generoso al momento de compartir su voz.
Seguramente sus miles de fans, que pagan un boletaje que puede situarse entre los más caros, no extrañan una producción más elaborada de la que otras figuras contemporáneas del pop pueden presumir; les basta con que Luis Miguel se mueva apenas lo necesario, les sonría, lance con parsimonia besos y saludos al auditorio, y se ponga a cantar.
Lejos de ser un "showman", Luis Miguel decide dedicarse a lo que le compete: exhibir su extraordinaria voz que lo mismo le da para cantar un bolero que para alcanzar agudos apasionados en las versiones que hace de los temas de su vasto repertorio de casi 30 años.
Y no es para menos, desde que debutó en 1982 siendo un niño con look de "Príncipe Valiente" enfundado en mallones, ya se vislumbraba que "El Sol" sería el centro absoluto del show.
No bailarinas, no pirotecnia, ni siquiera un "break" largo en los conciertos para que sus músicos exhiban sus dotes: es él en escena.
Un breve repaso por sus presentaciones en Monterrey da una idea de cómo los shows de Luis Miguel han ido ganando en austeridad, y dejando de lado la discreta espectacularidad que algunas veces ha caracterizado sus presentaciones.
En 1994, el soporte de producción incluyó tres pequeñas plataformas hidráulicas en forma de resorte; en aquella ocasión lo acompañó el Mariachi Regiomontano.
Al año siguiente, con su show El Concierto, utilizó en escena una pantalla gigante en la parte posterior, cubierta a momentos por una especie de persiana metálica. Allí se usó un par de resortes mecánicos del escenario para elevar a sus dos coristas.
Aquella vez se hizo acompañar de mariachi, el 2000 de Cutberto Pérez.
En 1997, en la gira Romances, el concepto se basó en una especie de planetario, con un fondo de cielo y estrellas, y un decorado de columnas con una rampa que se elevaba.
En el 2000, en el Auditorio Fundidora grabó su DVD en vivo de su gira Amarte es un Placer, en cuyo show fue clave una grúa mecánica de la que descendió de la parte alta del escenario.
En los cuatro conciertos del 2005 de la gira México en la Piel, ya en la Arena Monterrey, el escenario fue muy sencillo: dos escalinatas en ambos lados del escenario y flores que adornaban las escaleras.
Hace un par de años, en la gira Cómplices, el escenario fue de dos niveles y tuvo como apoyo una gran pantalla al centro y otras pequeñas en los extremos.
El escenario para esta gira del 2011 no difiere mucho: el agregado es un discreto juego de luces, algo de humo al inicio del concierto y un escenario de tres niveles en donde sus músicos y coristas se desenvuelven.
¿Quieren más que eso? No, así está bien, ¿para qué más?, dirían las fans a las que no les importa el precio, el lugar, la hora o el momento para cumplir religiosamente con su cita con el más grande ídolo del pop nacional.
Agradece a incondicionales
Hay amores que no se olvidan... Por eso Luis Miguel se tomó el tiempo para comentar la fidelidad que le han tenido los regios durante tantos años.
En su segunda presentación en el Auditorio Banamex, el cantante agradeció el cariño incondicional que le ha dado el público.
Anoche, el show lo arrancó igual que el jueves, a las 21:25 horas, y después de cantar "Te Propongo Esta Noche", "Suave", y "Con tus Besos", platicó con su gente.
"Muchas gracias por estar aquí, damas y caballeros. Un saludo especial a los que están hasta las últimas filas, a los que están aquí adelante, a todos", expresó ante la euforia de sus fans.
"Quiero agradecerles tanto cariño por todos estos años que me han dado, Monterrey. No tengo palabras para expresarles todo este cariño en todo este tiempo. Es un privilegio estar aquí", agregó.
Se le vio relajado, feliz y hasta disfrutando uno que otro trago de su vino tinto Único, entre canción y canción.
También se dejó consentir al recibir flores de algunas de las chicas que tuvieron la suerte de tomarlo por unos segundos de la mano.
A diferencia del primer concierto, al que le faltó un poco de gente para el lleno total, anoche el Auditorio lució a su máxima capacidad.
Pasadas las 22:30 horas seguía deleitando con su música, privilegiada voz y el amor que les refrendó con cada uno de sus temas.
Con información de Lorena Corpus, Paula Ruiz e Idalia Barrera